Mochila: lista. Guía: lista. Vacunas: hechas. Abróchate el cinturón y ponte cómodo, porque el viaje es largo. Más de 6.800 km, dos o tres escalas y 3 horas de diferencia separan España del archipiélago de Zanzíbar. Que, ¡ojo!, no es un estado. La constituida por las islas Unguja, Pemba y un montón de otros islotes es una región semiautónoma de Tanzania. Bueno, ya estás en el aire. ¡Buen viaje!
Aterrizas y coges un taxi para llegar a Stone Town, la capital de Zanzíbar. Cuando te metes por los callejones de la ciudad vieja, te parece haber viajado en el tiempo. Las puertas de madera tachonada con latón, las calles adoquinadas, las casas de estilo árabe, los balcones a la india, los cantos del almuecín, el olor a café y a cardamomo...
En tu guía pone que Zanzíbar, situada en el centro de las rutas comerciales entre África, Arabia, Persa e India, fue hasta el siglo XIX el principal centro de comercio de esclavos en la costa de África Oriental. En el reparto colonial entre países europeos, Zanzíbar acabó bajo la administración inglesa, mientras que la parte continental de la actual Tanzania fue adjudicada a Alemania. El archipiélago no volvió a ser independiente hasta 1963.
A pesar de hacer parte del estado de Tanzania, el archipiélago ha mantenido un régimen de semiautonomía, con presidente, Parlamento y ejecutivo propios. El gobierno de Zanzíbar mantiene el control sobre todas políticas de desarrollo dentro de las islas, incluyendo el turismo. Cierras la guía y, como el calor se hace cada vez más asfixiante, decides ir a darte un chapuzón, saltando del muelle con los chicos de la ciudad.
¿Cuáles son algunos de los elementos que caracterizan Zanzíbar? Búscalos en esta sopa de letras.
El desarrollo turístico de Zanzíbar es bastante reciente. La caída de los precios del clavo de olor obligó al gobierno a identificar nuevas fuentes de ingresos de divisas. Al mismo tiempo, el Banco Mundial, el FMI y la USAID ejercieron presión sobre el gobierno para poner en práctica políticas comerciales y de inversión más liberales.
Estos organismos internacionales veían en las playas de arena blanca, los arrecifes de coral y el patrimonio de Stone Town un capital a explotar. Con la decisión de abrir la economía a la inversión extranjera, se han construido un gran número de hoteles y resortes turísticos. Si en 1985 los turistas que visitaron Zanzíbar fueron 20.000, en 2014 se alcanzó la cifra de 311.891, alojados en más de 220 establecimientos hoteleros.
¿De dónde son los turistas que vistaron Zanzíbar en 2014? Ordénalos de más a menos, arrastrando el nombre del país sobre el número del ranking.
Decides dar una vuelta en moto por las calles de esta ciudad que es Patrimonio de la Humanidad desde el año 2000. Te acercas a hablar con la gente en las plazas y casi todos te dicen lo mismo: el turismo es un maná para los zanzibareños. De hecho, la industria turística contribuye a más del 25% del PIB, emplea a más de 40.000 personas, y constituye la principal fuente de divisas extranjeras para la economía local.
Sin embargo, algunos te murmuran al oído que no es oro todo lo que reluce. Llaman menos la atención, pero son críticos. Afirman, por ejemplo, que la industria del turismo tiene muy pocos vínculos con la economía local, que distorsiona la cultura y las tradiciones locales, que aumenta los precios de los bienes y servicios y que conduce a la degradación ambiental y la pérdida de los ecosistemas.
Criticar el turismo aquí te empieza a parecer un tabú. Pero los más osados te aseguran que los principales impactos ambientales del turismo están causados por una combinación de regulaciones ambientales laxas, que rara vez se hacen cumplir, y acuerdos comerciales rentables entre inversores extranjeros ricos y funcionarios del gobierno local.
Decides profundizar en la cuestión y empiezas a preguntar con quién podrías hablar para conocer el tema más a fondo. Varias personas te recomiendan visitar a Saif Mishkry, presidente de la Zanzibar Association of Tourism Investors (ZATI), la patronal de los empresarios del turismo de la isla.
Hazle tres preguntas a Saif Mishkry, presidente de la Zanzibar Association of Tourism Investors (ZATI).
Se estima que el turismo generó en 2015 más de 250 millones de euros; sin embargo, aporta un magro 1,5 por ciento de la renta per cápita. Así, el turismo puede ser importante en términos de ingresos de divisas, pero contribuye poco a los medios de vida de la mayor parte de la población local.
Hazle tres preguntas a Saif Mishkry, presidente de la Zanzibar Association of Tourism Investors (ZATI).
El desarrollo del turismo ha restringido el acceso a la tierra y el mar para las comunidades locales. Además, algunos hoteles de lujo han restringido el acceso a la playa local, lo que causa dificultades económicas a las mujeres que trabajan en el cultivo de las algas. Esto empuja a las comunidades locales a cosechar más árboles con el fin de incrementar las áreas agrícolas.
Hazle tres preguntas a Saif Mishkry, presidente de la Zanzibar Association of Tourism Investors (ZATI)
De los 412 km de costa de Unguja, sólo el 26% es costa arenosa, que permite el desarrollo de actividades como la pesca y el cultivo de algas. La deforestación también se ha visto agravada por el hecho de que el precio de la tierra cerca de la costa ha aumentado como resultado de la entrada de inversores extranjeros ricos en el mercado del turismo.
Lo que te ha dicho Saif Mishkry te ha impactado, y aún no tienes las ideas claras. Le dices que te mueres por hablar sobre el tema con alguien del gobierno y él te aconseja hablar con Issa Mlingoti, del ministerio de Turismo. Después de mucha burocracia, consigues una cita con él.
Hazle tres preguntas a Issa Mlingoti, Deputy Principal Secretary del ministerio de Información, Cultura, Turismo y Deportes.
A pesar de la tendencia de crecimiento constante del número de turistas, Zanzíbar también ha experimentado caídas notables en 1994, 2000, 2003 y 2008. Los brotes de violencia política, los efectos de la recesión económica en Europa y Norte América (los principales orígenes de los turistas) y epidemias en otros países africanos (incluso lejanos, como en el caso del ébola en África Occidental) son las causas de repentinas bajadas de llegadas, que ponen en jaque a la economía del país.
Hazle tres preguntas a Issa Mlingoti, Deputy Principal Secretary del ministerio de Información, Cultura, Turismo y Deportes
Sin embargo, el turismo en Zanzíbar es altamente estacional, y durante la época de lluvias -de abril a junio- existe una bajada significativa del número de turistas. Durante el período 2004-2009 sólo el 11,5% del número total de turistas visitaron las islas durante la época de lluvias (el porcentaje promedio de estos años), mientras que el período más popular va de julio a septiembre.
Hazle tres preguntas a Issa Mlingoti, Deputy Principal Secretary del ministerio de Información, Cultura, Turismo y Deportes
El salario de un trabajador de la hostelería raras veces supera los 200 dólares, mucho menos de lo que cuesta una noche en una habitación en la gran mayoría de los establecimientos de gama alta de la costa.
Las palabras de Mlingoti no te convencen del todo, pero decides tomarte una pausa. Hace días que estás en Stone Town y todavía no has ido a las playas del norte de la isla. Te han contado que son una maravilla, pero que también esconden una sorpresa. No te aguantas y decides poner rumbo a Nungwi, la aldea más importante del norte.
Después de un breve trayecto en barco, entiendes por qué la mayoría de hoteles y resorts están concentrados aquí. Arena inmaculada, palmeras cocoteras, agua turquesa. Pero también te das cuenta de que llegar a las playas no es tan fácil. De hecho, el 60% de los hoteles están construidos demasiado cerca del mar, lo que restringe el acceso a la tierra y a la costa para las comunidades locales.
En muchos casos, los grandes complejos hoteleros de propiedad extranjera han causado daños al medio ambiente y conflictos con las comunidades locales, por el aumento de la competencia por los recursos naturales. La eliminación inadecuada de residuos, la deforestación, el uso excesivo de agua y la destrucción del hábitat son ejemplos comunes del impacto ambiental de los hoteles.
Te adentras en las calles arenosas de Nungwi y te topas en seguida con un contraste inesperado. Por un lado, los pescadores del pueblo que venden sus pescados en edificios destartalados. Del otro, hoteles lujosos, restaurantes con música estruendosa, turistas en bañador y olor a crema solar. Lo que más te llama la atención es que la parte donde están los turistas está absolutamente impoluta, mientras que la aldea está llena de basura.
Se estima que en Zanzíbar se generan alrededor de 216 toneladas de residuos al día, la gran parte producidos por tiendas, hoteles y restaurantes. Debido a la ausencia de políticas y la falta de una gestión adecuada, el 75% de los residuos se vierten en vertederos ilegales, lo que tiene graves implicaciones para la salud pública y contamina el medio ambiente.
Notas también que hay largas colas para abastecerse de agua potable en las pocas fuentes del pueblo. Y es que el rápido crecimiento del turismo en Zanzíbar ha puesto una enorme presión sobre los recursos hídricos, a expensas de las necesidades de la comunidad local.
Los turistas utilizan un promedio de 685 litros de agua dulce por día, que es aproximadamente 15 veces la demanda diaria de un residente local. Además, la contaminación y la mala gestión de las aguas residuales han aumentado el riesgo de brotes de enfermedades infecciosas y diarreicas.
Estás tan indignado que no te das ni un baño en la playa. Decides volver a Stone Town y pedir explicaciones tanto a Saif Mishkry como al Secretario Mlingoti. Conoces sus números y te citan para hablar del tema.
Hazle una pregunta a Saif Mishkry, presidente de la Zanzibar Association of Tourism Investors (ZATI).
En las islas, el agua se obtiene de tres fuentes principales: perforación de pozos en los acuíferos subterráneos (81%), manantiales naturales (13%) y pozos poco profundos locales (6%). Ya hay signos claros de sobreexplotación de los acuíferos de agua dulce, con indicaciones de intrusión de agua salada en algunas zonas.
Hazle dos preguntas a Issa Mlingoti, Deputy Principal Secretary del ministerio de Información, Cultura, Turismo y Deportes.
El este y el norte de Zanzíbar, donde se han construido la mayoría de los grandes hoteles, se caracterizan por la escasez de agua. Los hogares de las aldeas consumen unos 93,2 litros por día, mientras que el consumo medio por habitación varía desde los 686 litros por día en una guesthouse hasta los 3.195 por día en los hoteles de 5 estrellas.
Hazle dos preguntas a Issa Mlingoti, Deputy Principal Secretary del ministerio de Información, Cultura, Turismo y Deportes.
Hoy en día los hoteles se ocupan de sus problemas de basura de las siguientes formas: a) se excavan agujeros en las playas donde se entierran las botellas de plástico con las algas marinas; b) se contrata a empresas para recoger la basura de los hoteles, aunque los administradores y propietarios de los hoteles son conscientes de que va a terminar en los vertederos del bosque o en el mar; c) una parte de la basura -incluyendo los plásticos- se quema en la parte posterior de los hoteles; e) se tira en los alrededores de las zonas residenciales y pueblos.
Analizas las palabras de Mlingoti y entiendes en seguida que, sin una política de protección medioambiental más estricta, la degradación del entorno natural puede conducir a una disminución significativa del número de turistas, que preferirán otros destinos que similares, como otras islas en el océano Índico, como Maldivas, Seychelles y Mauricio.
Es la misma conclusión a la que ha llegado Fredrik Alfredsson, fundador y presidente de la empresa Zanrec. Este sueco llegó a Zanzíbar hace unos años de vacaciones y vio como la basura estaba ahogando la isla. Decidió montar la empresa Zanrec para recolectar y reciclar los desechos sólidos, cobrando a los hoteles una tarifa según su tamaño y limpiando gratis las aldeas.
Hazle dos preguntas a Fredrik Alfredsson, fundador y presidente de la empresa Zanrec.
Según su propio informe, Zanrec afirma haber recolectado y gestionado basura de los hoteles equivalente al peso de 13.062 elefantes africanos. De esta cantidad, 500 toneladas eran de papel, que ha permitido salvar 8.500 arboles. Sin embargo, muchos hoteleros se quejan de que los precios ofrecidos por el servicio por parte de Zanrec son demasiado altos.
Hazle dos preguntas a Fredrik Alfredsson, fundador y presidente de la empresa Zanrec.
En una encuesta realizada en 2013 por el Royal Institute of Technology de Suecia, 4 de cada 5 turistas afirman que no volverían a Zanzíbar debido a la basura que encontraron durante sus vacaciones. Los residuos y la basura son la causa de 1 de cada 3 reclamaciones hechas por los turistas.
El tema de la basura y la falta de respeto hacia el medioambiente te ha hecho enfadar. Quieres aprovechar que estás en la isla de las especias y te vas a un lugar más auténtico. Te han hablado de la granja de especias Maganga Spice Farm, donde se cultivan las frutas y las especias típicas de la isla y en la que los beneficios van a la comunidad local.
Llegas a la Maganga Spice Farm, una granja donde se cultivan las especias más comunes de Zanzíbar: clavo de olor, vainilla, canela, etcétera. En la entrada te encuentras a Khamis, un chico de la cercana aldea de Kimichi, que se ocupa de hacer visitas guiadas. La granja la gestiona la gente de la comunidad y todos los beneficios se reparten para cubrir sus necesidades.
¿Reconoces estas especias o frutas?
¿Reconoces estas especias o frutas?
¿Reconoces estas especias o frutas?
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Con la mochila llena de bolsitas de especias para regalar, vuelves a Stone Town. Caminando por Mizingani Road, el paseo marítimo, te llama la atención una melodía. Por las ventanas de madera tallada del Old Customs House se oye una combinación de elementos musicales de Oriente Medio y la India, con unos ritmos típicos de África del Este.
Entras en la Dhow Countries Music Academy, la academia especializada en música Taarab, la música que ha acompañado siempre los acontecimientos más importantes de las familias zanzibareñas, y que en las últimas décadas estaba perdiendo importancia. Te encuentras a Issa Matona, el director artístico, que te explica que el interés turístico por las tradiciones de la isla está dando a la música Taarab una nueva vida.
Hazle una pregunta a Issa Matona, director artístico del Dhow Countries Music Academy
Entra, toma asiento y ¡disfruta del concierto de la orquesta de música Taarab de la Dhow Countries Music Academy!
Tu viaje a Zanzíbar está a punto de acabar. Espero que la experiencia haya valido la pena. Pero, antes de despedirnos, queda por descubrir cuántos puntos has acumulado y cuál es el premio que puedes ganar. ¿Quieres saberlo?
Vamos a ser honestos contigo: no son muchos. Tranquilo, puedes intentarlo de nuevo e intentar conseguir más. Comparte con tus amigos tu resultado e invítales a hacer este viaje. Y tú, ¿ya has viajado a los otros dos destinos del juego?
¡Enhorabuena! Has acertado más de la mitad. Comparte con tus amigos tu resultado e invítales a hacer este viaje. Y tú, ¿ya has viajado a los otros dos destinos del juego?
¡Fantástico! Eres todo un conocedor de la materia y estás en los primeros puestos de nuestro ranking. Comparte con tus amigos tu resultado e invítales a hacer este viaje. Y tú, ¿ya has viajado a los otros dos destinos del juego?
Ideación, producción y edición periodística:
Angelo Attanasio
Fotos, vídeos y vídeos 360º:
Edu Ponces/RUIDO Photo (Tailandia), Toni Arnau/RUIDO Photo (Zanzibar), Pau Coll/RUIDO Photo (República Dominicana)
Edición fotos:
RUIDO Photo
Textos y entrevistas:
Angelo Attanasio
Edición vídeos y vídeo-entrevistas:
Angelo Attanasio, Anna Achón
Edición vídeos 360º:
Toni Arnau/RUIDO Photo
Diseño arquitectura interactiva y gamificación:
Eva Domínguez
Asesoría científica en ámbito turístico:
Antonio Paolo Russo
Definición, diseño creativo y desarrollo:
Música y Efectos sonoros:
Music Library & Sounds FX, Banco de sonidos
Temas musicales:
“Indonesian Story”, Christophe Goze; “Cape Town Hoedown”, Sonia Slany/Paul Clarvis; “Viva Latina 2”, Barrie Gledden/Chris Bussey
Realización en colaboración con los profesores y las alumnas del curso “Nuevas Narrativas: Documental Interactivo y Transmedia”, organizado por:
DOCS Barcelona School
Joan Gonzàlez (Director), Arnau Gifreu (coordinador); Cynthia Rodríguez, Lucia Sances, Júlia Canosa Serra, Marisa Lafuente.
Agradecimientos:
Alba Solé Borrull, Chootima Longjit, Aino Tanhua & Khamis Rashid (Colors of Zanzibar), Michela Izzo, María Cilleros, Juan Luis Sánchez, Esther Alonso, Arturo Olea, Alberto Macchioni, Yago Santos, Stefan Gössling, ECPAT International.
Si quieres conocer más sobre las fuentes y la biografía usada para este trabajo, pincha aquí.
Proyecto realizado con ayuda del
European Journalism Centre and the Innovation in Development Reporting Grant Programme.